Hércules 1-1 Melilla
El Hércules se
empeña en complicarse la vida. Los blanquiazules no pasaban del empate a un gol
con el Melilla este domingo, en el que fue otro pésimo partido
de los de Sergio Mora, este en el estadio Rico Pérez.
Ante un rival más
pendiente de la salvación que del 'play-off' de ascenso, el
Hércules volvía a adolecer de la intensidad mínima exigible tanto en defensa
como en ataque, cediendo un empate como local que le sale caro, pues cierra la
jornada perdiendo la tercera plaza en favor del Real Murcia, que sí
hacía los deberes (derrotaba al Puertollano).
Del Campo a centro
de David Amez adelantaba al Melilla en el minuto 8 y José
Fernández restablecía la igualada en el 52, en una buena jugada
de Federico Bikoro y Nico Espinosa, pero también
en una de las contadísimas ocasiones de los de Mora (en el segundo acto, solo
remataron dos veces entre los tres palos de la meta rival), que llegan a las
cuatro últimas jornadas inmersos en una crisis de juego y resultados (solo han
sumado 5 de los últimos 15 puntos puestos en juego, merced a una victoria, dos
empates y dos derrotas). Mal asunto.
Con Pedro
Sánchez y Borja Galán en la grada (el mediapunta
sigue sin estar apto, explicaba Mora tras el partido, mientras que el extremo
se quedaba fuera de la convocatoria por decisión técnica) y Bikoro en el
banquillo (también por decisión técnica), con un equipo en el que Tano ocupaba
el hueco que dejaba en el eje de la zaga el sancionado Carlos David,
con César Moreno y Borja Díaz en la sala de
máquinas, Raúl Ruiz, Pau Miguélez y Nico Espinosa
como mediapuntas y Javier 'Torito' Acuña como único delantero,
decidía Mora iniciar un choque que tuvo claro color visitante en su primera
mitad. Y es que no solo el Melilla pegó primero, rompiendo el empate inicial en
el minuto 8, es que llevó el peso del juego (el centro del campo del Hércules,
por enésima ocasión, se vio muy superado) y le sacó los colores a la zaga
blanquiazul: ya en la acción del gol, un centro desde la derecha de David Amez
que remataba Rubén del Campo en el segundo palo, libre de marca, el equipo de
Mora quedó en evidencia, pero es que cada vez que el esférico rondaba el área
de Adri López la sensación de inseguridad era alarmante (la
falta de contundencia de los centrales en cada despeje, era solo un ejemplo).
Es más, el meta barcelonés salvó a los suyos de encajar el segundo a la media
hora de juego, al sacar un disparo al primer palo de Chabboura.
Pero la imagen de los
blanquiazules no solo fue pésima en defensa, también en ataque y es que apenas
generaron peligro, salvo en algunas acciones aisladas de Raúl Ruiz y Nico
Espinosa y disparos desde fuera del área del capitán y de Borja Díaz (bien
resueltos por Pol Ballesté, cuando iban dirigidos entre los tres palos).
Con Mario
Ortiz, Bikoro y Aketxe en la silla de cambios, el (poco)
público presente reclamando (tímidamente) responsabilidades y la buena noticia
que constituía perder por solo un gol (en gran medida por la falta de mordiente
del rival) el Hércules enfilaba el camino de los vestuarios...
No había que ser un
lince para saber que el Hércules iba a retomar el choque con caras nuevas,
aunque los cambios no fueron todo lo profundos que cabía esperar. Y es que, si
bien Mora dio entrada a los citados Ortiz, Bikoro y Aketxe, lo hizo manteniendo
el sistema de 1-4-2-3-1, pues los damnificados por sus movimientos
fueron César Moreno, Pau Miguélez y Acuña. Afortunadamente para el preparador
madrileño (y por extensión para todos los sufridos herculanos, toda vez que su
suerte será la de todos), el equipo enderezó algo el rumbo, pues a los 7
minutos del segundo acto la intensidad de Bikoro, la calidad de Nico Espinosa
(esa que saca a relucir con cuentagotas) y el temple de cabeza de José
Fernández le permitían a los blanquiazules restablecer el empate en el
electrónico del Rico Pérez. El problema es que el rival también juega y el de
este domingo, el Melilla de Miguel Rivera, lejos de conformarse con
defender el punto, dio otro paso al frente y volvió a discutirle abiertamente
la posesión al Hércules , llegando incluso a tener más el balón y,
especialmente, a hacerlo más cerca de la meta contraria.
Cuando se alcanzaba el
ecuador del segundo acto, de la efervescencia que suele acompañar a los goles
no solo no había noticia, es que los problemas se multiplicaban para el
conjunto blanquiazul porque Mario Ortiz pedía el cambio por problemas
musculares. El contratiempo trataba de resolverlo Mora con el concurso de Raúl
González, pasando los suyos a jugar por fin con dos delanteros, aunque eso
tampoco se tradujo en más ocasiones de peligro (si el equipo ya andaba poco
fino con el balón, sin Ortiz perdió el poco criterio que había adquirido con su
concurso tras el descanso), más allá de un buen disparo dentro del área del
atacante alicantino en el minuto 88, en una acción fabricada en el costado
derecho entre José Fernández y Raúl Ruiz. Ese fue el segundo y último remate
del Hércules entre los tres palos de la portería de Pol Ballesté en todo el
segundo acto, lo que habla por sí solo del pobre nivel ofrecido en ataque por
los blanquiazules.
Ficha técnica:
1 - Hércules
CF: Adri López, Raúl Ruiz, Álex Martínez, Diego
Jiménez, Borja Díaz, José Fernández, César
Moreno (Mario Ortiz, min. 45; Raúl González, min.
69), Tano, Pau Miguélez (Federico Bikoro,
min. 45), Javier 'Torito' Acuña (Aketxe, min. 45)
y Nico Espinosa (Elliot Gómez, min. 65).
1 - UD Melilla: Pol
Ballesté, Vargas, Cissé, Iker Hernández, José
Antonio González, Sergio Chica, Fran Núñez (Pepe
Romero, min. 90), Chabboura (Endika, min.
90), Del Campo,(Borja, min. 87), Jordan Hernández y David
Ámez.
Goles: 0-1, min. 8: Rubén del
Campo; 1-1, min. 52: José Fernández.
Arbitraje: el ilerdense Pol
Gòdia Solé mostró amarillas a Javier 'Torito' Acuña, Diego
Jiménez, Federico Bikoro y Raúl González por
el Hércules y a José Antonio González, Sergio
Chica y Iker Hernández por el Melilla.
Incidencias: 2.500 espectadores
en el estadio Rico Pérez de Alicante en una
mañana de mucho calor (se alcanzaron los 25 grados de temperatura), aunque la
brisa que empezó a soplar conforme avanzaba la misma ayudó a rebajar la
sensación térmica (cercana a los 30 grados).
Empate de nuevo del
Hércules en casa ante el Melilla y el equipo no terminar de dar lo que se
esperaba. El defensa, Diego Jiménez, jugó de titular y fue de los jugadores
más entonados.
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